Las cinco averías de coches más comunes, por las cuales el coche se queda averiado en la ciudad o en carretera son: batería, neumáticos, desperfectos en accidentes de tráfico, motor y bomba de inyección según la DGT.
Por eso, es muy importante realizar un correcto y regular mantenimiento de nuestros automóviles para evitar sustos, sobre todo, cuando vamos circulando por carretera. Todas estas piezas puedes adquirirlas en muestro desguace online
La primera avería de coches más común son las baterías del coche es un elemento fundamental del vehículo, ya qué es la encargada de suministrar la energía al coche, para que el motor y los sistemas eléctricos funcionen.
Las baterías se deben revisar y un buen momento para ello, es cuando se acude a realizar una revisión, mantenimiento o a arreglar de una avería al coche. Ese es un buen momento para revisar la batería y que nos indiquen en que estado se encuentra.
Las condiciones climatológicas y las altas o bajas temperatura son un factor que influye considerablemente en la vida de las baterías. Por eso lo ideal es poder resguardar el coche en un garaje para evitar esas condiciones climatológicas adversas.
Un consejo practico para evitar posibles problemas de batería si tu coche pasa largas temporadas parado es desconectar la batería, lo único que tienes que hacer es desconectar los cables que van a los bornes de la batería y con eso estas protegiéndola la vida útil de la batería.
La vida útil de una batería por termino general va de tres a cinco años. Dependiendo del uso del coche, el mantenimiento que se dé a la batería y por ultimo las condiciones climatológicas en las que se encuentre el vehículo, son factores que ayudan a alargar la vida de la batería o a acortarla.
La segunda avería de coches más común está relacionada con los neumáticos o ruedas, y tienen que ver con su deterioro o con los pinchazos. Hay que tener presente que la rueda es el nexo de unión entre el coche y el asfalto, por ese motivo tenemos que revisar el estado de los neumáticos para poder circular con seguridad.
La vida de un neumático puede llegar alcanzar los 35.000 km, este indicador sirve de referencia además de comprobar el dibujo de la goma, que debe tener 1,6 milímetros de profundidad, cuando se observe que el dibujo esta desgastado y no cumple con esta medida es el momento de cambiar las ruedas.
Los baches de las calles o carreteras son inevitables, pero lo que, si tenemos que tener en cuenta para prolongar el estado de las ruedas son el correcto inflado de los neumáticos, la sobrecarga del vehículo y el exceso de velocidad.
El inadecuada inflado de los neumáticos tanto por su alta como por su baja presión influye de forma negativa en la vida del neumático. La baja presión genera que la cubierta flexione demasiado provocando una mayor resistencia al roce, un mayor desgaste y un sobrecalentamiento de la rueda provocando daños en el neumático. El exceso de aire en el neumático ocasiona una reducción del agarre del neumático al suelo y un desgaste irregular de la rueda.
Cuando se sobrecarga demasiado el vehículo, las ruedas se calientan demasiado y pueden provocar la rotura del neumático. Para que esto no sucede hay que fijarse en la carga máxima que admite el vehículo que se indica en el libro del fabricante.
El exceso de velocidad hace que aumente la temperatura de los neumáticos y una temperatura excesiva del neumático puede ocasionar daños en la rueda. Un impacto con un obstáculo a alta velocidad es más fácil que dañe el neumático que si el impacto se produce a baja velocidad.
La tercera avería de coches más común está muy relacionada con la edad del parque automovilístico español. La DGT estima que los accidentes con víctimas mortales se han producido con vehículos que tenían una edad media de 13 años. Estos datos demuestran que los coches más viejos tienen por probabilidad mayores posibilidades de sufrir averías o accidentes de tráfico leves o graves.
El envejecimiento del parque automovilístico acarrea mayores problemas medioambientales y en la seguridad vial. Por un lado, los coches cuanto mas antiguos son mas contaminan y por otro lado tienen mayores probabilidades de sufrir accidentes.
La cuarta avería de coche más común está relacionada con el motor, del vehículo. Comprar un motor de segunda mano puede suponer un ahorro de hasta un 70% con respecto a uno nuevo. Los motores de segunda mano que ponemos a la venta en nuestro desguace online pasan un exhaustivo control previo para garantizar su correcto funcionamiento en el nuevo vehículo en el que se vayan a montar.
El motor es el núcleo principal del vehículo, y las averías del motor pueden ser muy variadas. Una forma de prevenir las averías en temporada invernal, es arrancar el vehiculo y dejar que el motor se vaya calentado al ralentí durante unos minutos, antes de emprender la marcha. De esta manera las partes del motor van alcanzando la temperatura óptima.
Las averías de motor se incrementan en un alto porcentaje en los vehículos más antiguos.
Es muy importante comprobar el nivel de aceite del vehículo de vez en cuando y los vehículos antiguos con mayor frecuencia. La forma de hacerlo es con el vehículo en frio y estando aparcado en llano. Se sacará la varilla del aceite y se limpiara, posteriormente se vuelve a introducir y se vuelve a sacar y en ese momento se comprobará que el aceite se encuentre entre la marca del máximo y el mínimo de la varilla, si es así todo esta correcto, si el nivel es bajo se tendrá que proceder a su llenado, hasta que alcance las marcas adecuados.
Si el coche dispone de poco aceite en el motor las piezas del motor no están bien lubricadas y pueden provocar un aumento de la temperatura de las piezas y llegar a gripar el motor.
Cuando se enciende en el coche este testigo y no se apaga o se enciende el testigo del cuadro de mandos cuando se esta circulado, es señal de que algo va mal en el vehículo, puede ser producido por muchos factores. En este momento lo mejor es parar y llamar a una grúa para que lleve el vehículo al taller, así se evitaran mayores problemas.
Si se observa que el vehículo expulsa demasiado humo por el tuvo de escape, es señal de que algo no esta funcionando bien y esto puede ser un problema del motor, junta de culata, fallos en los inyectores, etc. Lo mas recomendable en estos casos es llevar cuanto antes el coche a un mecánico.
La quinta avería de coche más común está relacionada con la bomba de inyección de los vehículos diésel. Es más fácil que se estropee cuando se conduce frecuentemente con el coche en reserva, ya que al final del depósito de combustible del vehículo, lo que permanece son los posos y sedimentos, estos entran en el vehículo, perjudicando su funcionamiento, además otro factor importante es cambiar el filtro de la gasolina, para evitar que también se queden posos.
Los efectos que produce en el coche son que este no arranque, que se cale al ralentí, problemas en la aceleración y ruidos mientras se circula.
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