Alternador de coche - piezas de desguace IV

En anteriores artículos sobre la serie piezas de desguace hemos ido analizando para qué sirven algunas piezas, las averías más frecuentes de éstas y cuándo ha llegado el momento de cambiarlas por otros recambios de coches. Hoy queremos dedicar este post al alternador, una pieza fundamental en nuestros vehículos.

En primer lugar, debemos explicar que el alternador es el responsable de convertir la energía mecánica en eléctrica y almacenar ésta en la batería, para que el coche pueda realizar algunas funciones incluso cuando el motor está todavía apagado.

Cuando falla el alternador, lo que ocurre es que la batería no se recarga de electricidad. Esto supone que a medio plazo acaba quedándose vacía y el vehículo no arranca. Cuando el chivato de la batería se ilumina, si seguimos conduciendo estaremos seguros de que desembocará de una avería.

Para detectar si hay algún fallo en el alternador, debemos comprobar el circuito de carga con la ayuda de un voltímetro. La tensión correcta debe estar entre 12,5 V y 14,7 V. También se puede proceder a este diagnóstico sin un voltímetro. Para ello, hay que desconectar el borne negativo de la batería. Si el motor se para, es que el alternador no proporciona la energía necesaria para alimentar al motor. Si el motor no se detiene, no significa que el alternador funcione correctamente para recargar la batería.

Como todas las piezas de coche, la vida útil de este componente depende del uso que le demos. No obstante, lo lógico es que el alternador pueda durar entre 200.000 y 400.000 kilómetros, aunque es posible que haya que cambiar algunas de las piezas que lo componen: las escobillas, el puente rectificador, el rotor y el regulador de voltaje.

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